Jardin de gente

Jardín de gente


Estrellas agradecidas del vagabundo. Noches acompañadas por una voz. Reunimos historias o agradecimientos de las vidas del otro lado del parlante. Este archivo toma la tarea de conservar y cuidar ese amor.

Javier. Salta, Argentina.

Desde Salta escucho el programa con este hace tres años desde que salieron para todo el país. Gracias por tantos autores que me hicieron conocer. Nunca tuve el habito de leer. Ahora que se despide, el año que viene que vacío voy a sentir. Suerte que ustedes van a recopilar todo hay muchos programas que quiero escuchar. A todos mis amigos les recomendaba el Vagabundo.

Martin. Buenos Aires, Argentina.

Escucho el programa generalmente ya en la cama y cuando hago dormir a mi niña que tiene 7 años y a quien también le comparto un auricular para que escuche al Vagabundo. Soy hombre de radio (tengo 50 años) y mi vieja me crió con la radio y el Peruano Marthineitz (que por supuesto no recuerdo más que lo que me contó luego y lo que pude escuchar en la web) así que el Teatro Mágico para mí es una continuación de esa historia personal radial y la que después empecé a descubrir yo –en algunos casos gracias a internet–. El Teatrito me acerca todas las noches autores y músicos (a veces nuevos, otras veces no y muchas veces con una voz o sonido distintos), todo ello gracias a la voz que está del otro lado de la radio y que amalgama a la perfección mis dos pasiones: la música y los libros. Escuchar a Chacho, en estas épocas donde todo es tan fugaz, donde es difícil encontrar contenido e ideas, me ayuda a limpiar la cabeza y me alegra el día/noche.

Maria Belen. Rosario, Argentina.

Responder qué significa el teatro mágico para mí es difícil porque tendría que explayarme mucho, me emociono al pensarlo, quizás el Chacho no llega a dimensionar cómo su programa ha transformado vidas, ha aliviado soledades, ha embellecido este mundo, lo ha hecho más habitable. En un acto de inmensa generosidad y en contra de tantas mezquindades. (…) Haber sostenido todo este tiempo un programa como el teatro mágico, con tanto trabajo, investigación, dedicación, es una hazaña quijotezca y me parece un acto de justicia este proyecto porque de lo contrario se hubieran perdido registros invaluables, no sólo para la radiofonía, sino para la humanidad toda.

Chloe Sauvage.

Un refugio en esta locura y asquerosidad de sociedad.

Guadalupe Gómez, Córdoba.

Un mago.

Gla Corominas, Jujuy.

El brillo de la luz en las noches más solitarias y frías que viví en las sierras cordobesas.

Facundo Herrador, Córdoba.

Otra dimensión para la poesía.

Enri Roitter, Unquillo, Córdoba.

Una entrada a otros mundos, con el mejor guía, por varios años de mucho disfrute; gracias siempre!!

Ignacio, Córdoba.

Cultura al aire, interpretada por un loco de amor y delirios.

Melina, Lanús, Buenos Aires.

Noches de compañía recorriendo universos. Agradecimiento eterno al Vagabundo.

Ari Saienni.

Un espacio de disfrute de la música y la literatura. Un momento de tranquilidad en medio de todo.

Adriana Alegría, San Luis.

Lo descubrí una noche que se emitió para toda la Argentina. Fecha sensible en mi vida, porque dormía en el suelo con mis hijas. Cada noche las tenía acostumbradas a dormir con música y esta vez les presenté la radio. Todo cambió desde entonces, cada palabra que se dijo en los programas entraban por mi estómago. Fue una época dura y de mucho aprendizaje. Empecé a comprender la vida de una manera distinta, conocí la bondad, a escuchar sin prejuicios, a ser mejor persona. Comencé a vibrar alto, muy alto. Para mí el Vagabundo de las estrellas es el suceso más hermoso en mi vida. Fuí a Córdoba y me dejé el corazón allí.